lunes, 22 de abril de 2013

ENTRENAMIENTO POR SENSACIONES


¿Hasta donde llega la capacidad de un preparador físico de ser fiel a un programa de entrenamiento “llueva, nieve o haya un terremoto”?.
¿Dónde está el punto en el cual debemos cuestionarnos la programación de nuestro cliente? (si es que debemos hacerlo)

En la preparación física y el entrenamiento personal está todo inventado, que nadie se engañe, y la única pequeña gran diferencia está en el profesional que imparte esos conocimientos que ya existen.
A mi modo de ver y partiendo de una base admisible de buenos profesionales existen 3 claros tipos:
1.- La maquina o autómata. Realmente puede ser muy buen profesional porque tiene los conocimientos para ello pero no se desviará un ápice de su programa lo cual a mi particularmente no me acaba de convencer.

2.- El “bonvivant”. Tiene los conocimientos pero no le gusta en exceso programar y deja la mayoría de su trabajo a la improvisación. No es mal profesional, tan solo desorganizado y por tanto tampoco muy recomendable.

3.- El “calculador”. Para mí el ideal. Ese profesional que teniendo los conocimientos adecuados y habiendo realizado la programación detallada de los objetivos a conseguir por su cliente, es capaz de “adaptarse” e improvisar cuando las ocasiones lo requieren, sin desviarse del camino.
 
 

Tanto el cuerpo humano como la mente nos mandan señales y además de saber interpretarlas, debemos acondicionar el entrenamiento cuando la ocasión lo requiera. Esto no resulta tarea fácil ya que requiere que el profesional tenga una “especial sensibilidad” que en muchas, demasiadas ocasiones se ha extraviado por el camino.

Yo entreno por sensaciones, soy un profesional y conozco mi cuerpo y las señales que este me envía y utilizo este conocimiento para el entrenamiento de mis clientes, cuando ello resulta posible, ya que no siempre lo es… pero este sería tema para otro debate.
 
Saludos!!