viernes, 26 de octubre de 2012

LENGUAJE VERBAL VS. LENGUAJE CORPORAL


Hoy quiero hacer una defensa del lenguaje corporal o no verbal frente al verbal.

Empecemos con algo tan sencillo como lo que percibimos cuando alguien nos quiere comunicar algo y lo hace simplemente con la voz o con acompañándolo de toda una serie de gestos y movimientos que describen no solo lo que dice sino todo su estado anímico e incluso más. Percibimos  una pequeña diferencia, ¿cierto?

Nosotros, la gente dedicada o vinculada de alguna manera al deporte, tenemos un privilegio del que muchas veces no nos damos cuenta, CONOCEMOS MEJOR QUE NADIE EL IDIOMA UNIVERSAL: LA GESTUALIDAD Y EXPRESIVIDAD DEL CUERPO HUMANO, pero no siempre lo utilizamos como deberíamos.

Y no siempre hacemos buen uso de esta virtud porque nos seguimos basando en lo que la persona nos dice cuando en realidad tenemos que ser capaces de comprender e interpretar lo que su cuerpo y sus gestos nos quieren transmitir. Por ello, para mi como preparador físico, la capacidad de análisis y observación es casi todo en mi trabajo (90 %) porque son pocas, muy pocas las veces que LO QUE TE DICE LA PERSONA COINCIDE CON LA REALIDAD. Puede incluso ser involuntario o inconsciente pero la PALABRA ENGAÑA, TRAICIONA…EL CUERPO, LAS MANOS, LA CARA, LOS OJOS NO, SIEMPRE TE REVELAN LA VERDAD.

Y todavía esto se acentúa más al trabajar con personas que no entienden tu idioma, ni tu el de ellos. En nuestra profesión se puede seguir haciendo un buen trabajo, en otras muchas sería imposible, aprovechémoslo (hay pocos retos más satisfactorios que enfrentarte en una sesión de trabajo a personas con las que verbalmente no te puedes comunicar ni ellas contigo tampoco, uno no se imagina la cantidad de recursos que tenemos hasta que no tiene la necesidad de ellos, lo digo por experiencia propia).

Acabo, no sirven de mucho los conocimientos teóricos sino acabamos haciendo una buena interpretación de las necesidades de las personas en función no solo de datos objetivos sino de los subjetivos que vienen revelados, en su mayoría, por su actitud corporal y no por lo que nos explique.

Hay que saber escuchar pero sobretodo hay que saber interpretar aquello que no se escucha.

jueves, 18 de octubre de 2012

COMIDA Y DIETAS: CALIDAD VS CANTIDAD


   No suelo permitirme muchas licencias ni hablar demasiado de aquello que no controlo bien porqué inevitablemente acabas metiendo la pata.

   Por mi profesión conozco y entiendo bastante de alimentación, dietas y demás variantes y todavía a día de hoy no dejo de asombrarme con algunas cosas que veo/escucho.

   No quiero entrar en ejemplos particulares pero yo he tenido y tengo una madre todavía más deportista que yo (seguramente por eso tengo los valores que tengo) que en su día llegó a hacer fisioculturismo amateur y nada, corre, hace bicicleta de carretera, trekking,…y siempre de manera natural y nada forzada. A día de hoy todavía me acuerdo de una de las frases que me decía con cierta frecuencia y que por entonces yo no aplicaba demasiado: “nene, no se trata de comer menos, se trata de COMER DE TODO en la cantidad adecuada”.

 
   Seguramente han pasado más de 20 años desde esa frase y sabéis que? Sigue siendo totalmente vigente. El que quiera engañarse de cualquier otra forma que lo haga pero señoras y señores, no se trata de someter a nuestros cuerpos a un estrés alimenticio brutal que no hará sino que empeorar nuestra salud y calidad de vida, se trata de hacer un esfuerzo en “controlar la calidad de los alimentos que ingerimos” y con eso “tan sencillo” todo estaría solucionado.

   ¿Problemas que surjen?...”no tengo tiempo para cocinar”, “no encuentro tal o cual alimento”, "es que es demasiado caro o “es que esto no me gusta”…¿sabeis a que me suena eso? Exactamente a lo mismo que los que ponen excusas para no hacer algún tipo de actividad física y que todos nos sabemos de memoria y podríamos recitar de carrerilla, ¿no?

   Siempre, y digo SIEMPRE que uno quiera puede tener una alimentación equilibrada suficiente para mantener su línea (aquello que tanto preocupa) y sobretodo su salud sin recurrir a métodos "megahipersuper" elaborados con nombres diferentes que siempre acaban siendo lo mismo.

   Y antes de que se me pase, poner como excusa “la sociedad consumista en la que vivimos” tampoco es válido. En este caso “no aceptaremos pulpo como animal de compañía”,jaja.


Saludos!!

jueves, 4 de octubre de 2012

GESTIÓN DE CLUBES DEPORTIVOS


  En mi ya dilatada carrera profesional he tenido la oportunidad  de trabajar en numerosos clubes deportivos y cual es mi sorpresa cuando en la gran mayoría de ellos, por no decir todos, se encuentran gestionados por personas del todo ajenas al mundo del deporte, sin titulación específica ni mucho menos universitaria y que hacen que estos clubes tengan una pésima gestión.

  Porque uno puede saber mucho de números, ordenadores, cuentas, balances,…pero en el deporte siempre hay que tener en cuenta que no tratamos con productos sino con personas y esta es la parte que siempre falla. Y no solo falla de cara a los socios sino de los propios trabajadores.

  A veces nos quejamos del intrusismo, elevado, que tiene nuestro ámbito pero yo quiero ir más allá ya que no solo hablamos de los entrenadores y preparadores físicos que están a pie de pista sino de los que deben hacer funcionar un club, ¿Cuántos de esos puestos están en manos de licenciados en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte?. Hacer la comprobación y de verdad, para echarse a llorar…

  Recientemente he podido vivir una situación personal en un club deportivo y cual ha sido mi sorpresa al ir comprobando que ninguno de los miembros de la junta directiva, ni el gerente ni el director deportivo ni el personal del gimnasio ni absolutamente nadie, Y ESTAMOS HABLANDO DE UN CLUB DEPORTIVO, tiene una licenciatura en CAFE, ¿Cómo es posible?¿y como la ley puede permitir esto?

  Al final resulta que uno que es el único profesional licenciado en la materia que nos ocupa es tratado de manera poco profesional, sin tener en cuenta sus opiniones y no solo eso sino que finalmente es tal la disparidad de puntos de vista que se ve obligado a abandonar.

  No me asusta decirlo en voz alta pero no es la primera ni será la última vez que me sienta “maltratado” y resulta algo poco digno para mi personalmente y especialmente para mi profesión.

  Espero que algún día la situación pueda cambiar y mientras tanto seguiremos luchando día a día por unas mejores condiciones y un digno reconocimiento de todas las tareas que podemos llegar a realizar.