Desde que me dedico a esto cada vez se ha
ido acentuando más la creencia de que en ocasiones tenemos la información sobre
algunos aspectos que solo “los interesados” quieren que tengamos.
¿En cuantas ocasiones en un intervalo
reducido, pocos años, lo que estaba bien ahora está mal y lo que estaba mal
ahora está bien? ¿en base a qué?¿según quién o quienes?
No nos engañemos, la preparación física y la
industria del fitness generan miles de millones en intereses de grandes compañías
y multinacionales que estoy convencido pagan a sus “expertos” para “recomendar”
lo que es beneficioso y lo que no en base a su gama de productos nuevos.
Es una sensación muy personal, no es mi
trabajo demostrar ni obtener pruebas de nada. Mi trabajo es entender y comprender
por qué parece ser que hay reglas no escritas que siempre se deben cumplir
aunque no siempre den resultado.
Sinceramente y a riesgo de parecer muy
osado, no creo en modelos ni patrones establecidos que cambian cada pocos años.
El verdadero preparador físico claro que debe partir de unas ideas o modelos
pero luego debe saber adaptarlas a su propia filosofía y para mi es una gran
suerte trabajar en un área donde existen infinitos caminos para llegar a un
mismo objetivo: esa y solo esa es la gran riqueza que tenemos y lo que, sin
duda alguna, me apasiona y me seduce de
este trabajo.
Animo a cualquiera que se dedique a esto a
que compruebe y se arriesgue a realizar sus propias conjeturas en base a
experimentar siempre partiendo de una base o conocimiento previo fundamentado
en la medida de lo posible.
Existen disciplinas en las que esto no tiene
cabida, aprovechemos que nos dedicamos a un área donde cada día podemos crear
algo nuevo, no nos paremos, no nos acomodemos.
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La creatividad requiere tener el
valor de desprenderse de las certezas.
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